Me voy a comprar binoculares para ver la tormenta desde el faro, los truenos no me asustan, son los melodiosos sonidos de las estrellas bailando en radiodifusión abierta. Cuando termine toda la transición me voy a tomar el tren más lento para disfrutar del último paisaje, pero te pido como me pedí muchas veces a mi mismo que cuando el sol se vaya una vez más escaven la tumba de la nostalgia y recen las palabras más hermosas que les hayan dicho alguna vez, las mías fueron "Hola, qué tal?"