martes, 19 de abril de 2016

Daga

Vuelo con las pausas de los bajos sonidos que retumban en las paredes de una casa vacía que todavía no existe, sueño con el cigarrillo que prendo con la chimenea y que apago en el marco de la ventana que da al patio de adelante donde estás atada al árbol más grande, el árbol de los frutos más coloridos, el árbol que se retuerce a un compás de 2/4, la métrica en todo el universo es igual, pero sólo porque el cerrado soy yo.
Recordar es volver a aprender, mirame mi amor. 

No quiero pensar, mi alma tiene sueño y mi cerebro tiene sed, mi peluquero se murió y las revistas se vendieron todas.