No encuentro mis ojos, ni las noches más frías me hacen sentir aún la mínima razón de algo.
Te huelo el pelo mientras bailo con vos cuando te tapás, pero la música que nos regala el amanecer logra que el sol tape la oscuridad de mis memoria, gracias a que los días son varios y las noches son más, probablemente logre también taparme a mi.